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jueves, 24 de octubre de 2019

Hedy Lamarr, Más Que Una Actriz

En el último post del blog os hablaba de Florence Lawrence, la primera actriz considerada estrella de cine, y en él me dejaron el siguiente comentario: "Me recuerda a Hedi Lamarr, por aquello de los inventos. ¿Florence Lawrence inició la tradición de las estrellas en el piso dedicadas a los actores destacados?". Pues a tenor del mensaje, en este post os acercaré a esta actriz. 

Hedwig Eva Maria Kiesler, conocida como Hedy Lamarr, nacida el 9 de Noviembre de 1914 en Viena, no solo fue actriz, también fue inventora, pero antes de llegar a ese aspecto de su vida, os pongo un poco en antecedentes de quien fue Hedy como persona y actriz. 

Fue hija única de un matrimonio judío burgués, su madre pianista y su padre banquero. Desde pequeña destacó por su inteligencia y tanto que fue considerada como superdotada. Empezó sus estudios de ingeniería a los 16 años, pero tres años más tarde, en 1933, abandonó la ingeniería atraída por su vena artística, y empezó en el teatro berlinés como alumna del director Max Reinhardt. Así inició su carrera cinematográfica, y pronto sería mundialmente famosa por la secuencia de la película Éxtasis en 1933, en la que aparece completamente desnuda, primero al borde de un lago y luego corriendo por la campiña checa. Por dicha escena se la conocería como la primera mujer en la historia del cine que apareciera desnuda en una película comercial. 

Se casó con Mandl, un marido tan celoso que no soportaba la idea de que nadie la viera desnuda, tanto así que solo se podía bañar y desnudar delante de él. Se cuenta que Hedy terminó huyendo de Mandl de una tan rocambolesca que daría para hacer una película. 

En 1937, ya fuera del alcance de su celoso marido, viajó de París a Londres, donde conoció a Louis B. Mayer, el empresario de la Metro Goldwyn Mayer (MGM). De ahí huyó a los Estados Unidos, en el mismo barco en que él regresaba, para convencerlo de que la contratara como actriz. Al llegar a tierra, ya tenía un contrato de siete años y un nuevo nombre: Dyhe Ramal. ​ Así renació, pues volvió de nuevo a su vida como actriz. Gracias a su fama, le fue posible viajar a Hollywood, donde sería protegida por Louis B. Mayer quien, además, le daría un nuevo nombre inspirado en la actriz Barbara La Marr, antigua amante de Louis, que falleció en trágicas circunstancias. 

¿Qué hay más allá de su tormentosa vida personal y como actriz?, Lamarr, conocedora de los horrores del régimen nazi a través de su marido Mandl, próximo al fascismo, y por su condición de judía, ofreció al gobierno de los Estados Unidos toda la información confidencial de la que disponía, gracias a los contactos de su exmarido. Además, consideraba que su inteligencia podía contribuir a la victoria aliada. Así, se puso a trabajar para el desarrollo de nuevas tecnologías militares. 


Hedy Lamarr y el compositor George Antheil recibieron el número de patente 2.292.387 por su Sistema de comunicación secreta. Esta versión temprana del salto en frecuencia, una técnica de modulación de señales en espectro expandido, usaba un par de tambores perforados y sincronizados (a modo de pianola) para cambiar entre 88 frecuencias, y se diseñó para construir torpedos teledirigidos por radio que no pudieran detectar los enemigos. En la patente del 11 de agosto de 1942 puede leerse la inscripción H. K. Markey et al.. Las iniciales H. K. son las de Hedwig Kiesler (Hedy Lamarr); Markey era su apellido de casada, en ese momento. El hecho de que sus patentes fueran concedidas con el nombre de casada y no por el nombre artístico impidió que su contribución recibiera el debido reconocimiento en su momento. Poco tiempo después, el 1 de octubre de ese mismo año, aparecía en The New York Times la primera mención pública del invento, a pesar de lo cual las autoridades de la época no consideraron la posibilidad de su realización práctica inmediata. Ademas Hedy fue la inventora de la primera versión del espectro ensanchado que permitiría las comunicaciones inalámbricas de larga distancia, así que se puede decir que a ella le debemos el WiFi, ¿y la telefonía móvil?, tal vez algo si.

Hedy Lamarr murió en Florida el 19 de enero de 2000 con 85 años. Su hijo hizo trasladar sus cenizas a Viena, de acuerdo con los deseos de la actriz.

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