Hoy comencé a ver The Witcher, la nueva serie de Netflix, basada en una saga de libros y viedo juegos, al que no he jugado, por lo que no puedo comparar la serie con el juego.
Solo he visto los dos primeros capítulos de los ocho de los que consta la primera temporada, y aunque a priori pintaba bien y los comentarios de la gente que conoce el juego, hacía esperarla con ganas, las sensaciones que ha dejado en general no son buenas.
Había quien la comparaba o la querían comparar con Juego de Tronos, aunque por lo leído, me da que mucho dista una de la otra, en cualquier caso lo visto no ha sido lo esperado, no ha tenido la magia esperada.
Aunque la historia en sí no es mala y puede tener mucho potencial, por lo pronto, lejos de ser algo épico, le encuentro dos cosas, o mejor dicho, dos voces que me chirrían bastante. Una, la voz en español de Henry Cavill, su protagonista, una voz rota y profunda que parece haber sido puesta por encima del doblaje, y la otra, las canciones dobladas al español y que parecen lo mismo que la voz en español de Cavill.
Tampoco quiero juzgar la serie por tan solo dos episodios, ni predisponerte de ninguna manera ante ella, pero si dejar mis primeras impresiones al respecto sobre la historia de un brujo que no ha llegado con mucha magia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario